Según El Mercurio, rastros de balas calibre 7,65 de las usadas en fusiles de guerra, y también de municiones especiales para caza mayor, son los que registra el vehículo blindado de Carabineros atacado el jueves en el sector de Antiquina, en Cañete, VIII Región, durante una emboscada en el marco de una pesquisa por robo de madera.
En total, fueron 47 impactos en un hecho en que también resultó lesionado un funcionario del GOPE, a quien lo salvó el llavero que tenía en el bolsillo, que frenó un tiro.
"Es un hecho muy grave. Si no fuera por el blindaje, esta sería otra historia", señaló el general director de Carabineros, Gustavo González, al comentar el ataque.
Y, en efecto, según los peritajes iniciales, algunos de los tiros fueron capaces de traspasar 8 milímetros del blindaje, que consiste en metal, kevlar y placas cerámicas. "Al mirar el daño, uno puede incluso suponer que quien disparó podría tener alguna instrucción. Hay disparos que están concentrados en puntos específicos", agregó González.
La patrulla atacada -explica el alto oficial- iba rumbo a realizar una pericia fotográfica cuando en flagrancia detectó el robo de madera.
"Inmediatamente procedieron. Detuvieron a cinco personas, y luego de eso, cuando se retiraban, se encontraron con las rutas bloqueadas. Y, claro, después vinieron los disparos", relata el general director.
El ataque a los policías duró cerca de 30 minutos, y para defenderse emplearon escopetas antidisturbios.
Debido al nivel de conflicto en la VIII Región, el 2014 se destinaron algunos Panhard PVP pertenecientes al Cuerpo de Infantería de la Armada. Hay registros visuales de los matriculados J*040, J*041, J*042, J*051, J*052, J*053, J*056 y J*058.
A continuación algunas imágenes de los vehículos:
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