Primera licitación fue invalidada por el Ejército, y esta semana comenzó un nuevo proceso, pero con requisitos diferentes:
Visores
nocturnos: la licitación por US$ 16,5 millones que complica al
Ejército
Empresa griega Theon, que provee insumos a países de la OTAN, presentó recurso alegando irregularidades en proceso de compras iniciado en 2012.
Pablo ObregónEmpresa griega Theon, que provee insumos a países de la OTAN, presentó recurso alegando irregularidades en proceso de compras iniciado en 2012.
Con máxima reserva. Así se ha tratado hasta ahora una compleja controversia
que involucra a importantes intermediarios de armas con el Ejército de Chile. Se
trata de una historia atravesada por acusaciones ante la Contraloría, recursos
presentados ante la Comandancia en Jefe de la institución y sospechas de algunos
actores de esta industria sobre licitaciones diseñadas para favorecer a ciertos
proveedores.
La polémica se arrastra desde julio de 2012, cuando la Jefatura de
Adquisiciones del Ejército llamó a una licitación para comprar más de tres mil
visores nocturnos para soldados, por unos US$ 16,5 millones. En un comienzo, el
proceso transcurrió sin contratiempos: entre octubre y noviembre de 2012, se
realizaron las pruebas de campo de los equipos y, tras ello, solo quedaba
esperar los informes de las comisiones evaluadoras. Pero algo pasó.
El día en que se debía adjudicar la licitación -el 4 de enero de 2013- el
comandante de Apoyo a la Fuerza, general Miguel Muñoz, no comunicó qué empresa
había ganado, sino que invalidó la licitación invocando errores administrativos,
consistentes en la omisión de criterios de evaluación y problemas con las
pruebas realizadas a los equipos. Con esto, todo volvió a fojas cero y se abrió
un nuevo proceso de licitación.
Es en este punto donde se desencadena la polémica. El 11 de diciembre de
2013, la empresa griega Theon -fabricante de equipos de visión nocturna que,
entre otros clientes, provee material a seis países de la OTAN y que es
mencionado como uno de los principales proveedores del ejército griego- presentó
un recurso de reposición ante el Comandante en Jefe del Ejército, general Juan
Miguel Fuente-Alba, alegando una serie de modificaciones incorporadas al proceso
de licitación que favorecerían a uno de los competidores: el intermediario de
armas Virgilio Cartoni, considerado en esta industria como el principal
proveedor del Ejército.
¿Quién fue primero?
Theon solicitó al Ejército todos los respaldos de las pruebas realizadas a
los equipos y los parámetros señalados en las bases de licitación. Todo esto,
para reconstruir el proceso de evaluación y saber quién habría ganado esa
primera licitación de no haber sido invalidada.
¿Resultado? Las tres ofertas realizadas por Theon habrían obtenido el primer,
segundo y tercer lugar. El cuarto lugar habría sido ocupado por C&M,
representada por Cartoni. Más atrás, aparecían Meprolight y Nightline.
C&M es el principal representante
Para algunos actores de esta industria, los contactos de Cartoni en el mundo
castrense -fue oficial de Ejército y es familiar de un general retirado- lo
sitúan en una posición privilegiada.
Otras fuentes desestiman las suspicacias y atribuyen el predominio de Cartoni
en las compras del Ejército a que simplemente es el mayor representante en Chile
de fabricantes de armas y equipamiento militar (unas 50 fábricas distintas), con
presencia en 20 de los mercados más desarrollados en esta materia, como Estados
Unidos, Canadá, Israel, Alemania, Inglaterra, España, Francia, Sudáfrica, China
y Singapur, entre otros.
Durante los últimos años, Cartoni ha proveído al Ejército de misiles
antitanque, municiones, repuestos de tanques y helicópteros de Eurocopter.
Además, señalan la mismas fuentes, es habitual que los cargos ejecutivos de
las empresas proveedoras de armas sean ocupados por altos oficiales en retiro,
quienes conocen mejor el funcionamiento de este negocio que un profesional
proveniente del mundo civil.
En lo que sí coinciden es que esta industria necesita operar con mayores
grados de transparencia: "Si las reglas del juego se cambian para favorecer a un
proveedor, la imagen de Chile va a terminar deteriorándose. Hay empresas
internacionales que están dudando de participar en estas licitaciones porque
creen que hay 'protegidos' ", señalan fuentes de esta industria.
El año pasado, la compra de drones también generó suspicacias. En esa
oportunidad, el Ejército adjudicó a Elbit, empresa ligada a Virgilio Cartoni, la
compra de aviones no tripulados, resolución que fue impugnada por representantes
de la firma Blue Bird. El caso se revisó y, según cercanos a ese proceso, la
licitación presentaba errores que obligaron a revertir el resultado y adjudicar
a Blue Bird.
"El Mercurio" intentó contactarse durante la semana con Virgilio Cartoni pero
no fue posible. Además, se nos dijo que no había otros ejecutivos disponibles
para hablar con la prensa.
El caso visores ya está en instancias superiores: en julio de 2013 Theon
presentó una denuncia a la Contraloría.
Las nuevas exigencias
Según señalan fuentes cercanas a Theon, las bases de la segunda licitación
para adquisición de visores -que se inició el miércoles de esta semana, con la
apertura de las ofertas- introdujeron nuevos requisitos y cambiaron criterios y
ponderaciones. Por ejemplo, se incorporó como requisito excluyente una función
llamada autogating, que permite regular la cantidad de luz que ingresa al visor;
se bajó la ponderación del precio de los equipos y se eliminó el factor
peso.
Respecto de este último factor, por ejemplo, se eliminó el criterio del peso
de los accesorios: "Ello favorece a la empresa representada por Cartoni, cuyos
accesorios pesan casi el doble que los de Theon", señalan otras fuentes.
¿Qué implicancias tienen estos cambios? Según documentos a los que tuvo
acceso "El Mercurio", el requisito de autogating, unido a otros requisitos
técnicos, restringe la competencia en la nueva licitación, debido a que Estados
Unidos limita la exportación de estos productos a países que no sean Japón,
Israel o miembros de la OTAN.
Los mismos documentos dan cuenta que, en la primera licitación, la propuesta
económica de la empresa griega ascendía a US$ 12,76 millones, mientras que la
propuesta de C&M era de US$ 13,36 millones. En las nuevas bases, la
ponderación del factor precio bajó de 10% a 9%: "No se trata de un cambio
irrelevante, tiene el efecto de reducir el castigo que implica presentar ofertas
más caras", dicen cercanos al proceso.
¿Por qué se cambiaron requisitos, criterios y ponderaciones? El Ejército, a
través de su departamento de Comunicaciones y por escrito, señaló: "En la
segunda licitación se procesaron y adecuaron requerimientos de acuerdo a las
necesidades del Ejército. Los detalles de dichos requerimientos obedecen al
proceso de licitación".
De acuerdo al recurso de Theon, la nueva licitación no se limitó a corregir
los supuestos errores administrativos. "La realidad es que la resolución que
invalidó el llamado a licitación invocó falsas razones para lograr un objetivo:
reformular las exigencias", señalan fuentes cercanas a la empresa.
"El Mercurio" consultó al Ejército qué fue lo que primó para invalidar la
licitación: ¿los errores administrativos que se arguyeron formalmente o la
incorporación de nuevos requisitos técnicos? Además, se preguntó por qué se
disminuyó la ponderación del factor precio y se eliminaron los criterios
relativos al peso de los visores. La respuesta fue: "Lo que primó es que se
ajustó a las normas del proceso, que obligaba a modificar las bases. Los
aspectos de detalle de la licitación son reservados, limitándose a quienes
participan del proceso".
Defensa no se pronuncia
Las mismas preguntas fueron enviadas por escrito al ministro de Defensa,
Rodrigo Hinzpeter, y al subsecretario de Defensa, Óscar Izurieta. En ambos
casos, sus departamentos de comunicaciones señalaron que los temas relativos a
adquisiciones debían ser abordados por las instituciones correspondientes, en
este caso, el Ejército.
En esta segunda etapa se eliminó el factor del peso de los accesorios y se limitó el factor precio.
Se abrieron los sobres de segunda
licitación
El miércoles 29 se inició la segunda licitación con la apertura de ofertas.
De 50 empresas invitadas, se presentaron 8, entre otras, Theon.
En el Ejército desestiman que las bases de la segunda licitación se hayan
diseñado como traje a la medida para alguna de las empresas participantes.
Prueba de ello, señalan en la institución, es que Theon está participando del
proceso: "Theon presentó varias ofertas a través de sus representantes, quienes
incluso, tras la licitación, firmaron el acta donde se declararon conformes con
el proceso".
Fuentes cercanas a Theon desestiman que con la firma del acta a la que alude
el Ejército se esté validando todo el proceso: "Nos declaramos conformes con los
términos de la apertura de oferta de este miércoles, pero eso no significa que
la reposición que presentamos el 11 de diciembre de 2013 haya perdido vigencia.
El Ejército no se ha referido a ese recurso, a pesar de que tenían 30 días para
hacerlo y ese plazo está vencido".
Además, se encuentra pendiente que la Comandancia de Apoyo a la Fuerza se
pronuncie sobre una solicitud para que se suspendiera esta segunda licitación,
la que debería haber sido resuelta antes del 29 de enero.
Fuentes vinculadas a las empresas participantes del proceso señalaron que el
plazo estimado para la adjudicación es el 30 de mayo de este año, con lo cual el
tema debería ser resuelto por las nuevas autoridades. Según el procedimiento
administrativo, si la reposición no es acogida por la Comandancia en Jefe del
Ejército, el tema puede ser escalado al ministro de Defensa, a través de un
procedimiento llamado recurso jerárquico.
Además, existe la posibilidad de llevar el caso a un juzgado civil, pero las
empresas descartan por ahora esa instancia bajo el supuesto de que la intención
no es pelear con el Ejército, sino seguir participando de este mercado. En 2011,
de hecho, la firma griega ya hizo negocios con la institución: se adjudicó una
licitación convocada por Famae para otros equipos de optrónica.